Tanto volvieron la espalda los hombres
que terminaron por darse la espalda a sí mismos.
Y los hombres comenzaron a soñar
Luisa MartinaDe los hombresOlvidaron los hombres soñar despiertos y caminar juntos.
Y los hombres se sumergieron
Luisa MartinaDe los hombresExhaustos de no saber ser hombres.
Los hombres empezaron a brillar
Luisa MartinaDe los hombresY olvidaron por qué gritaban. / Y olvidaron que eran hombres. (…)
Los hombres empezaron a gritar
Luisa MartinaDe los hombresY olvidaron por qué gritaban.
Y olvidaron que eran hombres.
Perdieron el aliento los hombres.
Los hombres se hicieron planta
Luisa MartinaDe los hombresSe hicieron plantas los hombres para que nadie les pudiera decir que no eran hombres.
Y los hombres levantaron la cabeza
Luisa MartinaDe los hombresLos hombres apagaron las consolas y se dispusieron a poblar la tierra.