Cassiopeia es una constelación boreal fácilmente reconocible por sus cinco estrellas brillantes en forma de M (o de W, depende de la hora). Su estrella más brillante es Schedar o Schedir (α Cassiopeiae), estrella gigante naranja de magnitud de 2,24 que se encuentra a 230 años luz.
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Todos coincidían en que los ojos de Casiopea reflejaban el mar. Para ella eran su orgullo más preciado, la marca que distinguía su belleza, y no dudaba en afirmar que su azul era más puro, su transparencia más limpia, su poder más hipnótico, mucho más que los del propio océano.
La verdad era que Casiopea nunca había visto el mar. Un día le pudo la curiosidad y condujo hasta un pueblo de la costa. Allí su mirada se enfrentó por primera vez a la poderosa vastedad de agua salada. No le impresionó: siguió pensando que sus ojos eran más espectaculares y bonitos.
Hacía calor y decidió darse un baño. Nadó y buceó y se dejó inundar por el líquido fresco y salitroso. Se envolvió en la toalla para secarse más rápido, no quería volver muy tarde a la ciudad. Sentada en el coche, movió el retrovisor para peinar su cabello enredado y aún húmedo.
Gritó. Cerró los párpados y volvió a abrirlos, pero ahí seguían. Desde el espejo, dos esferas negras como la pez la contemplaban: sus ojos, lavados de color. El azul quedó diluido en el mar que tanto había despreciado.
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