Canes Venatici (Los Perros de Caza)

Planisferio celeste

Canes Venatici es una pequeña constelación boreal. Su estrella más brillante es Cor Caroli (α Venaticorum), una estrella binaria que tiene una magnitud de 5,91 y se encuentra a 110 años luz.

—¡Me cago en el lobo!

Germán descarga un puñetazo en la mesa de la taberna y apura su chato de vino. Desde que, hace un par de meses, esos malditos empezaron a merodear por el valle, el pueblo está en pie de guerra. Germán fue uno de los primeros en exigir una batida. Él mismo la encabezaría con sus dos mejores perros, Perla y Canelo.

Germán los había entrenado a fondo para hacer de ellos los cazadores más hábiles de la comarca, dejándolos días sin comer para que olfatearan desesperados la presa, atándolos con cadenas que, al aflojarse, imprimían velocidad a sus patas liberadas, hostigándolos con palos para espolear su ferocidad. Eran su orgullo más preciado.

Cuando salieron al monte a cazar a las alimañas, Germán no tardó en azuzar a los perros y soltarlos, enloquecidos, en avanzadilla. Oyeron sus ladridos perdiéndose entre los árboles y luego nada. No regresaron. Desde aquel día, Germán se traga las chanzas de sus vecinos en el bar, botella tras botella, y rumia su odio negro por esos demonios que le arrebataron a Perla y a Canelo.

Sale tambaleándose a la fría noche. Recorre unos metros y allí, en mitad del camino, cree ver dos manchas, una blanca y otra rojiza. Aguza la vista, incrédulo.

—¡Perla! ¡Canelo!

Dos pares de ojos reflejan la escasa luz. Germán se acerca con una sonrisa en la cara. Alrededor de las siluetas de los perros, cada vez más nítidas, van apareciendo más ojos brillantes, incrustados en bultos como concreciones de oscuridad. Lo último que oye Germán son sus aullidos.