Whatsapps emocionales de Glorinda

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Os voy a ser sincera: estoy hastiada de los whatsapps que me envían algunas amistades, las compañeras de trabajo, la familia y la expareja, y también de la manía de guardar en álbumes de mi móvil lo que me envían. He decidido acabar con todos los vídeos y fotos de mis álbumes: viajes, paisajes, aniversarios, política, brujería, física, música

En el álbum de paisajes que voy a borrar, encuentro dos máximas de inteligencia emocional y las guardo en un álbum nuevo con las siglas IE.  La primera máxima dice así: «Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente y optimismo desafiante para encarar el futuro« (Isabel Allende).  Y la segunda dice esto: «La vida es como montar en bicicleta. Si quieres mantener el equilibrio tienes que seguir pedaleando« (Albert Einstein). Cuando las releo, dudo: ¿cómo sé, de verdad, que son de la escritora chilena y del físico alemán, si parecen dos sentencias extraídas de manuales de autoayuda? Os voy a ser sincera: hoy no tengo el día, estoy harta de tantos fake news y bulos que recibo por whatsapp y no quiero que me den más gato por liebre. Estoy hastiada también de que Google, Instagram, Facebook, Snapchat, Amazon, Apple, Microsoft o Sony se pasen nuestros datos para vendernos qué sé yo y de que nos tengan como recurso para utilizar nuestra información; ya no somos sus clientes, somos sus productos y estoy hasta las narices de que violen nuestra privacidad.

Suena el whatsapp, miro a ver quién es, y ahora es mi amiga África, que me envía uno de brujería: «78 cervezas – tu edad + 40 = al año que naciste». Compruebo la operación y, en efecto, da el año exacto en que nací. No entiendo qué clase de brujería es: no bebo cerveza, no soy matemática, no hay autoría, borro esa tontería. A partir de ahora sólo guardaré los textos o las máximas de inteligencia emocional que reciba. Pongo el móvil en modo No molestar y me voy a entregar las notas de Física a mis alumnos. Al salir de clase, lo activo y veo un whatsapp de Goldmundo, la expareja, que me dice:

Glorinda, “El amor está vacío de ego. El ego está vacío de amor”  (Aurobindo Ghose).

Ciertamente, el juego de la epanadiplosis con la anadiplosis de esta máxima me gusta, pero si el ex pretende jugar con las figuras retóricas, le iría bien que viera alguna de aquellas películas en las que la escena termina con una puerta que se cierra, y la escena siguiente comienza con otra puerta que se abre, como una anadiplosis. Pero antes de guardar la máxima en IE, averiguaré si es del poeta y pensador de Calcuta, y luego ya le enviaré, al ex, aquella máxima de la bicicleta de Einstein, para que pedalee hasta el horizonte final que es, en Astrofísica, el borde teórico que rodea el inmenso campo gravitatorio de un agujero negro, infinitamente hondo, del cual ni la luz puede escapar.