Amelia Tiganus nació en Rumanía en 1984 y en su adolescencia fue víctima de la violencia, la trata y la explotación sexual. A los 17 años la convencieron de que su mejor destino era empezar a ejercer la prostitución en España; la vendieron a un proxeneta español por 300 €. Le dijeron que en España los hombres son muy educados, visten trajes elegantes, invitan a copas a las chicas y luego quieren tener relaciones sexuales en una habitación y ya está.
Fue a España ilusionada pensando en que en dos años ganaría el suficiente dinero para retirarse de la prostitución y alcanzar la libertad, le pusieron como ejemplo a mujeres que lograron comprarse una casa, conducir un coche lujoso, vestir ropa de marca y usar perfumes caros. Durante 5 años Amelia fue una esclava sexual en diferentes burdeles de España.
Las esclavas sexuales sufren todo tipo de violencias: la simbólica, la psicológica, la física, la económica, la sexual, la institucional, la sociocultural. Amelia Tiganus recuperó la libertad cuando descubrió que su historia no era algo personal, sino que era la historia de muchas mujeres.
Amelia Tiganus ha tenido el valor de explicar su experiencia de esclava sexual en La revuelta de las putas. De víctima a activista (Ediciones B, 2021), una obra que combina la autobiografía y el ensayo, un libro imprescindible para entender el mundo de la prostitución en la era de la globalización. «No puedo negar mi parte puta. No puedo negar la huella que dejó en mí. Ni puedo, ni debo, ni quiero. La transformo en algo revolucionario», ha dicho Amelia Tiganus, y ese algo revolucionario es La revuelta de las putas.
En su libro, Amelia cuenta cómo se fabrican las putas, cómo son las vivencias dentro del prostíbulo, denuncia que estos lugares son un auténtico campo de concentración del siglo XXI para mujeres empobrecidas y desactiva los argumentos de la millonaria, mafiosa y poderosa industria de la explotación sexual. Como otras feministas, la activista reclama una ley abolicionista integral que acabe con el crimen contra la salud y los derechos humanos de las mujeres, dado que los otros dos modelos, el prohibicionista y el regulacionista, no han funcionado, el primero porque se sustenta en una ideología tradicional, conservadora y religiosa que penaliza a la mujer prostituida; el segundo, porque presenta la prostitución como un acto de libre elección de la mujer, independiente de su contexto económico y social. Para Amelia Tiganus, el modelo que se debería implantar es el abolicionista para acabar con la prostitución, la forma más grave de violencia sexual contra las mujeres.
Hoy en día, a nivel mundial, la explotación sexual arroja a la prostitución a millones de mujeres y niñas y se ha convertido en un problema social de difícil solución que se ha agravado con la ideología capitalista neoliberal y la globalización. En tanto que España es el mayor consumidor de prostitución de Europa y el tercero del mundo, una denuncia como la que hace Amelia Tiganus debería interesar a la ciudadanía y especialmente a los políticos y legisladores que no tratan con seriedad y diligencia— más bien todo lo contrario— el asunto de las millonarias industrias de la explotación de mujeres y de la pornografía digital en la que se muestran relaciones de dominio machista y sumisión, un caldo de cultivo para las agresiones sexuales que aumentan sin cesar en muchos países.
Para la activista, el dato estadístico de la prostitución en España tiene que ver con el hecho de que el país es un lugar de tránsito de las redes de trata y un destino de explotación sexual, la península es la puerta de entrada a Europa de países del sur global, de África y de América Latina; también influye el hecho de que la economía está centrada especialmente en el sector servicios y, a la gran demanda por parte de los puteros autóctonos, se suma la de los turistas.
Hoy, millones de mujeres siguen en los campos de concentración, en los burdeles, sufriendo la pérdida de identidad, la tortura física y psicológica, el miedo, el desconocimiento, el silencio, la indiferencia, el olvido y el desamparo del Estado proxeneta y de la sociedad cómplice. Como dice Amelia Tiganus, hoy no se puede hablar de igualdad entre hombres y mujeres, ni de justicia social, ni de la sociedad del buen trato mientras exista una sola mujer en el mundo vejada o explotada sexualmente.
Amelia Tiganus presentó su libro en un #webinarFeminista, organizado por Feministes de Catalunya, el 8 de marzo de 2022, Día Internacional de la Mujer. Puedes escucharla en el enlace siguiente: https://www.youtube.com/embed/WIXYyhOvUWw»