me detengo en el vidrio
en el blanco
en la huella
que recorre el pasado
del coche a las afueras
de una ciudad que ignoro
bajo la vegetal sabiduría de las sombras
el cristal ha adoptado
una distancia equívoca
la salvación
la piedra
el sueño
la penumbra del dulce lugar
que desconoce el pulso de mi centro
de astrolabios
de máscaras
de espejos
de material urgente
que emerge en un lenguaje poderoso
en la armonía
de una intemperie
de oscuridad
poblada de palabras