Consultorio
Pregunta: Señores de Isla Naufragio, desde que existe internet han proliferado los manipuladores de serpientes y me pregunto si yo también puedo serlo, y por eso les pido ayuda y consejo. Antes, los manipuladores eran más escasos y ejercían su labor sólo en ciertas profesiones pero ahora, con las herramientas informáticas adecuadas, creo que cualquiera puede intentarlo. Aunque ahora abunden más no deja de ser prodigioso con qué gracia y estilo los manipuladores manejan estos animales amenazadores de reacciones arteras, dotados de veneno mortífero o al menos peligroso.
Pongamos un ejemplo, los abogados; los abogados utilizan en beneficio propio y de sus clientes todo tipo de serpientes, serpientes penales, serpientes mercantiles, serpientes de derecho común, político y consuetudinario. Cogen una de estas serpientes, la giran, la hacen bailar o le dan la vuelta como un calcetín. Y ¡hala, hop!, si conviene la hacen desaparecer y nadie ha visto nada.
¿Y los eclesiásticos? Estos manejan serpientes sagradas, con historia; serpientes que de tan viejas que son parece que nacieron antes que el mundo. Serpientes con huevos que eclosionan y llenan la tierra de misterios, de sangre o de oscuridad. O de todo a la vez. Y serpientes con hogueras incluidas para herejes y descreídos. Si no fuera porque estamos acostumbrados, daría miedo.
Y luego están los periodistas y opinadores. Estos trabajan con culebrillas en las que abundan escorzones, áspides y otras de apariencia inofensiva pero de mordedura dolorosa. Y lo hacen con público y sin público. Prensa, radio, televisión, cotilleo, no hay límites conocidos.
A los que más admiro son los políticos. ¡Ahí es nada manejar anacondas! No son muchos respecto a la población de sus países pero pueden montarte una guerra mundial en menos de una semana, una guerra fría que dure cuarenta años o una guerra civil, que parece poca cosa, pero que te deja el país destrozado y listo para construirlo de nuevo.
¿Qué puedo hacer? ¿Ustedes creen que yo podré manejar serpientes? Ya escribo habitualmente en Facebook y Twitter. Hago prácticas en mis medios. Mi ilusión máxima sería llegar a trabajar con cocodrilos, caimanes y dragones de Komodo. Por favor, ayúdenme.
Santiago Cuevillas, iniciado
Respuesta: Querido amigo en el infortunio que te estás labrando: No, No y mil veces No. Te aconsejamos viva y encarecidamente que No dediques tu vida y tus energías a esa difícil y peligrosa prestidigitación. Mira tú mismo los ejemplos de manipuladores de serpientes que has indicado: abogados, eclesiásticos, periodistas y políticos. Todos estos manipuladores están protegidos por poderosos colegios profesionales que acumulan siglos de experiencia en este difícil arte. Para entretenerte, y ya que te gusta tanto, prueba en tus canales habituales con gusanos, gusanos de tierra, gusanos inofensivos, noticias de poca monta, opiniones intrascendentes y poco más, porque en el momento en el que te atrevas con una serpiente de verdad verás qué escurridizas son, y qué frías, y cómo se giran a toda velocidad y te muerden en el cuello. ¡Zas! Así. Y sentirás cómo el veneno sobrante te va resbalando hasta descansar en la clavícula y hacer allí una pequeña y simbólica laguna Estigia.
Olvida, olvida esa desviación insana. Y lo de los cocodrilos y demás ni siquiera hay que pensarlo. ¿No tienes bastante con tus problemas cotidianos?
Comité de Respuestas de Isla Naufragio