Poemas partidos en dos (III)

El sapo omnisciente

 

Parte alta

Una cima tapaba una luz
un zapato aplastaba un pie desnudo
una palabra en la nuca, enquistada
hacía enmudecer a una cabra
un ácido colector de inmundicia
emitió en alta definición la divina
caricia de Mozart
etcétera
facetas deshumanizadas del alma humana
exigen un protagonismo en el poema
y toda es construcción acaba
en el verso de abajo.
cimiento de una entelequia.

Parte baja

Hay una tradición del poema burlón
alegre infierno de vanidad
en el que nada se cuenta
cuya esencia es el juego
se fagocita a sí mismo al tiempo
que consume unos segundos de lectura
mientras que la poesía picotea en el cristal
por fuera de la ventana como un pájaro
en un lenguaje morse que no entiendes.