Parchís

Trampantojos


Cuenta la leyenda que fue el quinto día del quinto mes cuando el primero de la tribu roja abandonó la casa ancestral. Aquello inauguró un éxodo que llevaría al resto a seguir su estela. No fue un viaje fácil. Al poco de partir, la tribu verde capturó a uno de ellos que, de este modo, fue devuelto al lugar donde habían morado. Más adelante, en pleno territorio de la tribu amarilla, se toparon con una barrera infranqueable que estos habían erigido. La tribu roja elevó sus plegarias al dios Dado, que acabó por obligar a los amarillos a romper su tenaz resistencia. No siempre el dios Dado fue tan benévolo. A cambio de atravesar raudos la tierra de la tribu azul —seis leguas tras seis leguas tras seis leguas—, el último en la retaguardia tuvo que aceptar sacrificarse y retornar a la antigua casa. Cuando llegaron al desfiladero de los Siete Pasos, se enfrentaron a su última prueba. Uno por uno, cada miembro de la tribu roja recorrió el estrecho cañón, midiendo cuidadosamente el avance de sus pisadas. Pero, al fin, todos consiguieron llegar triunfantes a la meta, y así culminó la conquista del valle de Parchís.



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