La voz que no tiembla al empezar a hablar será la de un docente, jamás la de un «maestro».
Me miras tú
Myriam SoterasSusurros a bocajarroMe gustan los bizcos, porque miran dos veces.
El vapor Miskatonic y dos barcos más
Lluís BoschLa sombra liberadaMientras mi pariente lejano me contaba el diálogo con el moribundo, yo pensaba en barcos. Este resorte psicológico me inquietó durante un tiempo. Un día creí haber dado con la solución: en las religiones antiguas, como la egipcia y la griega, el difunto y el barco están estrechamente relacionados.
Bar La Juana
Carlos de DiegoCharnego de mierdaSolo utiliza dos tipos de vasos: de tubo para los combinados y unas tazas de cristal para los carajillos. La cerveza se bebe directamente del botellín ya que tampoco dispone de cerveza de barril.
Distancia
Anna Benítez del CantoLuciérnaga intermitenteLos esfuerzos no alcanzan para reconocer las caras.
En los humanos, la época de celo no termina nunca
Ceferino GalánIsla NaufragioUn príncipe azul, decían antes, un mirlo blanco, dicen otras, te trataré como a una reina, dicen ellos… todo ayuda, todo ayuda a conseguir lo que la naturaleza exige con urgencia.
La construcción de una catedral gótica
Francesc CornadóEl martillo pneumáticoAsí dispuesto el espacio, en el interior de la catedral puede producirse una catarsis y algún mareo, a esto contribuye también el efecto del incienso y los cirios encendidos.
Exhumación poética de «La Velocidad de las Cosas» (Fresán)
Joan VigóGabinete de labios periféricosEl añorado poeta Francesc Garriga me contaba que él daba por concluido un poemario cuando recibía la llamada ultimátum de su editor: ahora o nunca.
Disculpe que no me enamore
José Martín CuestaSolo, por favorNos partimos de risa entre polvo y polvo, por esto o aquello, por ese estilo desenfadado de entendimiento, por un “quítame allá esas pajas” –¿te acuerdas?–, “¡por dónde!?”…