La suya es una relación basada en la obsesión por desvelar y, a la vez, por preservar unos secretos que los mantienen tan unidos que se diría que ambos son un mismo ser con dos cuerpos, dos sexos y dos edades diferentes.
Pasando el rato en el banco
Marcial SilenoLas horribles historias de SilenoDe repente ha salido del despacho y me ha visto. Taconeaba con aplomo en dirección a la fotocopiadora y me ha envuelto en una ráfaga de perfume que no lograba ocultar su recio olor corporal.
Cuenta La Cábala
Jade SalChamanita MuskariaSolo el infinito
en su auto-contracción
puede crear el vacío.
Permisos, títulos y carnés
Marta MillaretUltramarinos y colonialesMe he acordado de todo esto mientras me sorprendo, de repente, pensando en la complejidad de los acuerdos que dos personas hacen para convertirse en amantes.
Puedo escribir «me voy»
Elena GarneloOro Ijinle (Palabra de raíz profunda)Puedo, sin nada que decir, contar historias una noche de insomnio.
Teneduría de libros y contabilidad
Francesc CornadóEl martillo pneumático¿De qué se compone nuestro capital? Está claro que en el Activo hemos anotado la experiencia, los desengaños y el dolor sufrido y en el Pasivo deberemos anotar las grandes dosis de amor que aún no hemos abonado.
Almendras
Myriam SoterasSusurros a bocajarroLos primeros días me pinté de miel:
polvo de amor robado a los pistilos.
Los sueños y August Strindberg
Lluís BoschLa sombra liberadaEl yo soñador ya está medio loco. A veces espeta: me importa una mierda lo que me hagas, porqué se que estoy soñando.
Siempre Maradona
Jordi LedesmaUna sección propiaLeo le debe a Diego la posibilidad de explayar su fútbol sin que cada vez que toca una pelota le pongan un coche bomba.