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Loca de boca gitana
vacía la bolsa de Pan
para que las migas vuelen
habla-bla-bla-bla…
Oculta la hierbita entre los senos
para que ellos no la huelan.
¿Quieres luz?, ¿más luz?
La cortaron por falta de pago.
Ahora sin ojos recorre el cieno.
No hay nadie detrás
pero ellos lo oyen todo.
¿Quieres dormir?, ¿dormir más?
No hay sábanas limpias.
Hazte un tajo en el vientre y duerme dentro.
¿Tienes hambre?, ¿más hambre?
Lo siento pero… no hay dientes.
Aúllan las tripas de la azotea, lo sé.
No te contaré el cuento de Coraima
—ya está escrito—
pero ella también sabe
cómo amargan las pastillas sin agua.
¿Tienes vértigo?, ¿más vértigo?
No hay escaleras hacia ningún lugar
no hay barranco
no hay nada… solo vacío.
¿Quieres matarlos?, ¿más muerte?
¡Pero si hace tiempo que están muertos!
¿No?, ¿quieres más nos?
No luz, no sueño, no comida, no altura, no muerte.
¿No muerte? ¿Sí?
¿Sí quieres muerte, loquita de boca gitana?
No hay muerte sin vida, pequeña.
Si quieres un pasaje tendrás que hablar con él
y sabes, él se reirá de ti y no querrá llevarte
no tienes nada nuevo que ofrecerle.
Así que arráncate la piel y nace
envuelta de sangre, nace
corta el cordón con la boca, gitana
mea sobre tu estirpe
y escribe tu propio cuento.
Fotografía de Cristina García Rodero.