Dos vidas, dos muertes

Semana de difuntos


Eran dos niños que se querían. Un día los separaron y murieron. Los sepultaron en el mismo cementerio, en nichos distintos. Los días pasaban y la gente murmuraba: los dos niños salían de las tumbas a pleno día, jugaban y seguían queriéndose. Era un escándalo para los vivos.

Al final, la gente del pueblo decidió tapiar con más tierra y cemento las dos tumbas. Y los dos niños ahora ya no salen a quererse bajo el sol. Pero corren rumores de que siguen viéndose en un lugar remoto, más allá de las montañas, y que siguen jugando y queriéndose, pese a la muerte.