Se dice
que Dios escribe recto
con renglones torcidos;
no sé si será cierto,
mas uno de esos renglones torcidos,
te lo digo seguro y directo,
uno de esos soy yo
–aunque no sé si de Dios.
Alguien ha dicho:
contra las bestias, el bicho.
Contra la lucha
en silencio a la escucha.
Contra la carnicería,
poesía.
Contra el odio…
¿Habré de decirlo?
Deja que me suba a un podio
para pregonarlo y abrirlo
a los cuatro vientos;
o mejor, miento,
mejor lo susurraré,
porque airearlo queda tan feo
como admitir que se tiene fe;
así que, quedo muy quedo,
ahí va: contra el odio…
(inaudible) a-m-o-r