
Los demás
hacen el yo, «me» hacen.
Me hacen con sus ojos.
Me hacen con su juicio,
con su conocimiento. Solo se conoce aquello
que se repite. Conocer a «alguien»
es haber asistido a sus repeticiones,
haberle dado el tiempo necesario
para la confección de un «comportamiento»,
haberle dado el tiempo,
haber vestido la nada con el tiempo,
haberla mesurado, haber
medido. Conocer a «alguien»
es haberle tomado las medidas.
Fragmento del poema «Conmigo», de Chantal Maillard.
Imagen de Edu Barbero.